14 de julio de 2008

Incendios: ¿por qué son un problema?

El fuego es una perturbación natural en buena parte de los bosques y matorrales del planeta, y la mayoría de las plantas situadas en zonas donde los incendios son relativamente habituales han desarrollado una resistencia a los mismos. Las plantas quemadas de algunas especies pueden regenerarse vegetativamente mediante rebrotes, mientras que otras poseen semillas capaces de sobrevivir al fuego enterradas en el suelo. Los incendios pueden favorecer el desarrollo de nuevas plántulas que, al verse liberadas de la cobertura arbórea que limitaba su acceso a la radiación solar, permiten regenerar un bosque viejo.

En áreas de clima similar al nuestro, como California, África del Sur y Australia, el tiempo que pasa hasta que una zona quemada vuelve a arder es de unos 20-70 años; mientras que en la región mediterránea este tiempo asciende hasta unos 230 años. Por tanto, la frecuencia de fuegos debida a causas naturales en los bosques mediterráneos es relativamente baja en comparación con otros bosques de clima parecido.

En condiciones naturales, prácticamente todos los incendios son causados por rayos, y sin embargo en España sólo el 3'8% de los incendios forestales se deben a este factor. La presión humana ha incrementado exponencialmente la frecuencia de incendios en las últimas décadas, haciendo que en muchos casos el fuego se produzca en áreas recientemente quemadas (períodos de 15-20 años entre incendios), por lo que muchas plantas leñosas mueren antes de llegar a producir semillas viables. Como consecuencia, el ecosistema va progresivamente degradándose, entrando en una espiral creciente de gravedad debido a que la erosión del suelo reduce las posibilidades de regeneración natural.

La disposición en mosaico de la vegetación natural (bosquete, prado, matorral), así como la combinación natural de especies con diferente grado de resistencia al fuego, dificultan la propagación de los incendios (siendo raro en áreas de vegetación natural que éstos superen las 500 ha de extensión). Por el contrario, la disposición homogénea de las repoblaciones a lo largo de grandes extensiones, y la composición monoespecífica del bosque (con especies altamente inflamables como los eucaliptos y pinos típicos) facilitan enormemente la propagación del fuego.

Por todo ello los incendios han pasado de ser un componente natural de las comunidades terrestres a convertirse en una perturbación realmente negativa. El cóctel resultante de unir un elevado número de incendios provocados con grandes extensiones de repoblaciones de especies altamente inflamables, ha llevado a que la superficie forestal quemada cada año aumente exponencialmente desde 1960 hasta la actualidad.

Todos pensamos en una correcta concienciación ciudadana del problema como solución, pero creo que igual o más importante sería llevar a cabo una adecuada planificación y gestión de las masas forestales y arbustivas, que favorezca el crecimiento de la vegetación natural resistente al fuego y el paisaje en mosaico que dificulta la expansión de los incendios.

Fuente: Departamento de Ecología, Universidad de Granada

4 comentarios:

  1. Pero, ¿tu realmente sabes lo que estás diciendo?

    menuda barbaridad.

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  2. J_hash, por favor te ruego que seas algo más concreto y nos indiques por qué es una barbaridad lo que digo, y así podré rectificar en caso de estar equivocado.

    Un saludo

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  3. Está claro que la Península es una zona ligada al fuego de hecho la mayoría de su flora está adaptada a este y a un clima mediterráneo con sequias estivales. El fuego como bien dices es un restaurador natural del monte siempre que no vaya en exceso y así juega uno de los mayores papeles en el dinamismo del monte.
    Es cierto todo lo que dices y también es cierto que cuando la presión es mucho mayor con incendios provocados en cuanto a asiduidad en una misma zona, la recuperación de esta puede ser bastante más lenta e incluso cambiar las características edafológicas del suelo, impidiendo la normal expansión de especies colonizadoras.

    Buen Artículo. Saludos

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  4. La verdad que yo no habia caido en esto, cada vez que hay un incendio se me cae el alma al suelo, todas las especies centenáreas de árboles, etc... que se pierden...

    Un saludo.

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